Los fuegos forestales han calcinado más de 260.000 hectáreas en España en lo que va de año, lo que supone ya la cifra más alta desde 1994 (cuando en 12 meses quedaron incendiadas 437.602,50 hectáreas). Y todo pese a que quedan poco menos de tres meses para que concluya 2022.
Los datos provisionales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico concretan que un total de 261.393,66 hectáreas han quedado arrasadas por el fuego entre el 1 de enero y el 18 de septiembre de este año. Estos datos son 3,4 veces más que la media del último decenio (77.525,00 hectáreas).
Respecto a los últimos diez años, 2012 es el segundo en el ranking de superficie calcinada entre el 1 de enero y el 18 de septiembre (204.490,32 hectáreas) y 2017 ocupa el tercer puesto (91.745,37).
En cambio, 2018 se mantiene como año de la década con menos terreno arrasado por las llamas (21.218,67).
Incendios cada vez más grandes
Además, en lo que va de 2022 se han producido 55 grandes incendios forestales, que son los que queman más de 500 hectáreas. Mientras, el promedio de la década es de 17. En 2012 hubo 39, 24 en 2017 y 18 en 2021.
Según estos datos, entre el 1 de enero y el 18 de septiembre de este año se han registrado 8.934 siniestros forestales, de los que 2.741 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 6.193 conatos (con menos de una hectárea quemada).
De las hectáreas arrasadas, que abarcan un 0,94% del territorio nacional, un total de 18.691,73 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 127.998,86 hectáreas de matorral y monte abierto, y 114.703,07 de superficie arbolada.
Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y Castilla y León, las mayores damnificadas
El noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora) ha concentrado un 44,66% de los incendios y conatos forestales en lo que va de año.
El resto de los siniestros se reparten entre las comunidades interiores (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 37,30%; el área mediterránea, con un 17,58%; y Canarias, con un 0,46%.
En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, el 47,96% pertenece al noroeste; un 31,01% a las comunidades interiores; un 19,97% al área mediterránea; y un 1,06% a Canarias. La mayor cantidad de superficie arbolada arrasada por el fuego se produjo en el noroeste (46,06%), por delante de las comunidades interiores (37,27%), el área mediterránea (14,28%) y Canarias (2,39%).