Las cámaras de seguridad de una tienda de alimentación de Carolina del Norte grabaron como Theresa West robaba comida. Dos agentes de Policía la arrestaron, pero cuando acudieron a casa de la mujer, ella rompió a llorar y le contó al oficial Keith Bradshaw que llevaban tres días sin comer nada y que la única manera de alimentar a sus hijos era robar: "Tuve que salir a robar comida y eso es desesperado. Lo siento por hacer lo que hice, pero mis hijos estaban hambrientos".

West llevaba tiempo sin trabajo tras haber sufrido una lesión cerebral y, tras pedir ayuda sin resultados en iglesias y organizaciones como Interfaith, decidió robar comida como medida desesperada. "No teníamos nada. Llamamos a las iglesias y a todas partes y nadie nos daba nada", asegura Theresa a 'WRAL-TV'.

La nevera llena de comida gracias a los dos Policías.

Según La Gran Época, la mujer les enseñó la nevera, que estaba completamente vacía. Los dos agentes, conmovidos por la situación, decidieron ir a un supermercado y se gastaron 120 euros para llenar su nevera. "Había un montón de abrazos, llanto y agradecimiento de parte de ella", asegura el oficial Bradshaw.

Por su parte, el Departamento de Policía de Hillsborough aseguró que "a veces el trabajo de la Policía no es cortante y seco": "Somos personas primero y luego policías".