En un auto, el tribunal acuerda que los cinco condenados puedan eludir la prisión provisional con una fianza de 6.000 euros. Además, el tribunal impone a los condenados la obligación de comparecer los lunes, miércoles y viernes en el juzgado de guardia de su localidad.
También les impone la prohibición de entrar en la Comunidad de Madrid, la prohibición de comunicación con la víctima, la retirada del pasaporte, y la prohibición de salir del territorio nacional sin autorización judicial.
El auto cuenta con un voto particular discrepante, el del presidente del tribunal, Francisco José Cobo, quien aboga por prorrogar la prisión provisional de manera incondicional.
Cobo fue el designado para juzgar el primer caso de violencia de género en Navarra. Fue en el año 2002 cuando tuvo que juzgar al asesino de Alicia Arístregui Beraza. La pareja de Arístregui la apuñaló en plena calle de la localidad de Villava. El asesino no dudó en presentar distintos atenuantes para reducir su condena.
Sin embargo, finalmente el tribunal presidido por José Francisco Cobo lo condenó a 22 años de cárcel porque, según argumentaron los magistrados, el asesino actuó con ensañamiento y se había saltado las medidas de alejamiento que ya pesaban sobre él de una condena anterior.