Más de 4.500 personas han muerto o desaparecido en las rutas migratorias en todo el mundo durante 2018, quinto año consecutivo en el que se supera el umbral de 4.000 víctimas mortales, si bien se produjo un descenso del 20 por ciento, según los datos publicados este martes por el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
A falta de datos completos, el citado proyecto ha contabilizado al menos 4.592 migrantes muertos o desaparecidos en su viaje, una cifra que contrasta con los más de 6.000 que hubo en 2017 y los 8.000 que se contabilizaron en 2016.
El Mediterráneo sigue siendo la ruta más peligrosa, con 2.297 fallecidos entre los 116.000 migrantes que realizaron la travesía hacia Europa. No obstante, advierte la OIM, la falta de fuentes fiables de información en algunas regiones, como por ejemplo en el viaje a través del desierto hacia el Mediterráneo, hace que los datos sean incompletos.
En la frontera entre México y Estados Unidos, otro de los principales focos de atención en cuanto a la migración por los planes del presidente estadounidense, Donald Trump, de construir un muro y por la llegada de varias caravanas de migrantes centroamericanos, en 2018 se han registrado 393 muertes, algo menos de las 415 del año anterior.
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