Desmontar pieza a pieza y ladrillo a ladrillo es lo que quiere hacer el magante chino que compró el Edificio España. A pesar de estar obligado a mantener la fachada original, lo ve inviable debido a que si se tira el interior, por la altura del edificio, es imposible no dañar la fachada.
Así, la propuesta que ha hecho la empresa propietaria del edificio es desmontar la mastodóntica fachada protegida para reconstruirla una vez terminada la reforma.
La empresa asegura que la normativa municipal lo permite de forma excepcional, pero la oposición no lo ve tan claro. Así, el Gobierno municipal ha asegurado que si la Comisión de Patrimonio lo avala, no se opondrá.