Según ha confirmado la
Guardia Civil y las madres de los dos heridos, los hechos tuvieron lugar el
lunes y martes pasado en la línea 185 de los autobuses interurbanos que realiza
el trayecto Madrid-Algete.
El lunes una chica de 18
años que volvía de la Universidad a su domicilio en Algete tomó asiento en el
autobús, lo notó mojado y se cambió inmediatamente de sitio. Pero poco después
y cuando pasaba por el hospital de La Paz, según ha relatado su madre, notó que
le ardían las nalgas.
De hecho, la sustancia
quemó el pantalón que llevaba la joven. Este martes ha sido intervenida en el citado
hospital de las lesiones, que eran bastante profundas, ya que la sustancia,
previsiblemente un ácido, le ha llegado a quemar la grasa de la zona afectada.
Seguramente, la chica tendrá que permanecer ingresada hasta el viernes.
Tras el suceso, la madre
de la joven interpuso una denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Algete,
al igual que la progenitora del otro chico afectado, que reside en Cobeña,
localidad incluida en la ruta de esa línea de autobús. Porque fue al día
siguiente, el martes por la mañana, cuando el chico, de 17 años, que acudía al
instituto se sentó y notó el asiento mojado.
Al levantarse, vio una
sustancia pegajosa y negra. Se bajó inmediatamente del autobús, entró en un
baño y comprobó que tenía el glúteo quemado, por lo que se trasladó a un centro
de saludo donde le hicieron las primeras curas de unas quemaduras de tercer
grado. Nada más enterarse, la madre del joven avisó a la compañía de autobuses
del suceso y después denunció los hechos ante la Guardia Civil.
Según ha señalado esta
mujer, la compañía ha explicado en un primer momento que se le derramó líquido
a una pasajera y avisó al conductor, aunque en una segunda versión ha precisado
que esa pasajera no lo comunicó. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la
investigación para averiguar que pudo caer en el asiento, de qué sustancia se
trata y a quién se le derramó.