María lleva 13 años viviendo en la residencia pública de Peñuelas, en Madrid. Hace unas noches se sintió mal, pidió auxilio y que enviaran una ambulancia, pero esa ayuda no llegó. "Dijeron 'no se puede', así que nada, hasta que ya me caí así", relata. Según explica su hijo, "el problema es que han retirado la atención de por la noche".

Milagros ha vivido también la misma situación. "Me gustaría que cuando se llama al médico, que suban o que mande a alguien", denuncia esta residente del mismo centro. Faltan manos y eso, según denuncian los familiares, trae problemas: "Por ejemplo en la medicación hay muchos errores", apunta la hija de Milagros.

La residencia niega la falta de personal sanitario y asegura a laSexta que cumple con todos los requisitos exigidos por la Comunidad de Madrid, que a su vez insiste en que las quejas son solo de unos pocos.

Entretanto, sin embargo, en la puerta de la residencia, entre visita y visita, los familiares denuncian que esos problemas son muy reales. "Muchísimos problemas y encima pasan de los ancianos", asevera una mujer. En algunas ocasiones, dicen, los residentes han tenido que esperar dos días a que les ducharan. "A mí me peinan mis hijas, me lavan la cabeza mis hijas, me lavan la ropa mis hijas, todo", asegura María.

Denuncian que también la alimentación es deficiente: en el vídeo que ilustra estas líneas puede verse una fotografía de la escasa cena que les dieron un día de la semana pasada, algo que aseguran es habitual. "Anoche me dieron a mí dos croquetas", incide otro usuario. Una situación que afecta, además de a él, a Milagros y María, a otros 500 residentes de este centro madrileño.