Cuando los bomberos echaron la puerta abajo, la policía encontró restos de guateque casero, mesas llenas de alcohol, comida y conexiones precarias de luz.

Intentando ocultarse entre la multitud, al organizador de la fiesta fue inmediatamente detenido por retener a más 70 personas en contra de su voluntad. "Del otro lado de la puerta escuchábamos los gritos y golpes desesperados de los menores que estaban al otro lado y que intentaban salir", explica Almudena Sánchez, portavoz de la Policía Municipal de Madrid.

Policía, bomberos y Samur liberaron y atendieron a los jóvenes, 50 de ellos menores de edad. El promotor ya era conocido por la Policía por organizar otras fiestas ilegales como una de 2015. "Ya tenía antecedentes por organizar estas fiestas sin autorización", explica Sánchez.

También era conocido por los jóvenes del barrio, como Carlos y Andrés, que cuentan que ellos ya habían estado en alguna de sus fiestas. "Suele cobrar una entrada de dos o tres euros y puedes llevar todo tipo de substancias dentro", explica Carlos.

El detenido fue puesto en libertad la misma noche, sin pasar a disposición judicial. Será investigado por delitos de detención ilegal, desobediencia a la autoridad e infracciones administrativas.