Según fuentes policiales, la joven, tras lo sucedido, se acercó hasta las dependencias de la Policía Local de Salamanca, próximas al lugar de los hechos, para informar de lo que le había ocurrido.

Allí, la víctima explicó que, cuando se encontraba caminando por el Paseo Fluvial, a la altura de un antiguo molino de agua, observó a un varón al que ya había visto unos instantes al comenzar su paseo.

Entonces, él se acercó hacia ella con el pene fuera del pantalón, le agarró de los brazos y le empujó hacia la maleza. Allí, la sujetó por la espalda contra un árbol caído, la desnudó y comenzó a efectuarle tocamientos por todo el cuerpo.

A continuación, tras decirle que "solamente quería tener sexo", se tumbó sobre ella, sin llegar a la penetración, mientras ella se defendía con golpes en la cara, patadas y arañazos, hasta que finalmente el hombre se retiró y se masturbó en las proximidades.

Según conocieron los agentes, la víctima trató de hacerle una fotografía con su teléfono móvil para luego mostrársela a la policía, un objetivo que el agresor evitó al quitarle el aparato y tirarlo entre la maleza. Después, él trató de convencer a la víctima para que no denunciara lo ocurrido.

La joven cogió su bolso, sus llaves y sus ropas y, por el carril bici, se dirigió, descalza, ya que sus sandalias se habían roto durante la agresión, hasta donde sabía se encontraban las dependencias de la Policía Local.

Ya después, los agentes policiales desplazados regresaron con la víctima al lugar de los hechos para tratar de recuperar el teléfono, sin resultado, y le acompañaron a su domicilio para recoger unas zapatillas y, posteriormente, al centro hospitalario, para seguir así el protocolo establecido para víctimas de agresiones sexuales.

Las gestiones realizadas y las declaraciones de la víctima permitieron identificar al presunto autor de los hechos, que fue detenido en la mañana del martes y quien ya ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia.