El incidente se ha producido, cuando ante los gritos de esta persona, marroquí con permiso de residencia de estudiante, y ante la alarma generada, se han personado en el templo efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, que han procedido a su detención para su posterior identificación.

La ceremonia ha podido continuar después de que miembros del Tedax confirmaran que no había ningún explosivo en el templo. Al joven se le imputan delitos de alteración del orden público, amenazas y contra los sentimientos religiosos.