La Guardia Civil tuvo
que abrir un agujero en la puerta y colarse por él para rescatar a la niña de
dos años que se desangraba dentro.
El presunto autor, que se entregó poco después,
es su padre. La pequeña tiene cuchilladas en la espalda y el tórax que llegaron
al pulmón y está grave en la UCI del hospital de La Fe de Valencia. "Cuando fue
al retén de la Policía Local dijo que había matado a su hija en su domicilio",
explica Juan Carlos Moragues, delegado del Gobierno en Valencia.
Su madre es la etarra
Sara Majarenas; la detuvieron en 2005 con unos explosivos en su habitación,
escondidos debajo de unos surtidos de galletas. Tenía también información sobre
posibles objetivos, entre ellos la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
Tuvo a la niña en prisión y la pequeña vivía
allí de lunes a viernes, pero algunos fines de semana los pasaba fuera con su
padre.
Estaba a punto de cumplir tres años, la edad a
la que los niños deben abandonar a sus madres en la cárcel y esa puede ser la
causa del crimen. El presunto autor ya había estado en prisión por tráfico de
drogas y de momento la Generalitat Valenciana se encargará de la custodia de la
pequeña.