Antidisturbios de la Policía y del grupo especial de la Guardia Civil forcejean con un grupo de subsaharianos. Resisten, parece que intentan que no sobrepasen la línea fronteriza que ellos forman pero al final no pueden contener a una decena de inmigrantes.
Una actuación que nunca antes habíamos visto. Echan a correr y no paran ni siquiera por las calles de Melilla. Su objetivo es alcanzar el CETI. Allí nos cuentan cómo onsiguieron saltar.
Después de casi una hora, consiguieron entrar en Melilla burlando el dispositivo antiintrusión que habían formado los agentes. Y antes, bajando el último tramo de valla hasta pisar territorio español, consiguen alcanzarlo en grupo, pero los que se dispersan terminan retenidos o completamente exhaustos.
Un chico parece desmayarse antes de ser atendido, el agente le coloca las bridas. Otro parece sufrir convulsiones, tres de ellos tuvieron que ser trasladados al hospital de Melilla con heridas e hipotermia. Sólo 21 consiguieron quedarse en Melilla.
El resto, unos 40, no consiguieron su objetivo a pesar de sus gritos de victoria. Sólo bajaron del techado del paso fronterizo del Barrio Chino, para volver al lado marroquí. Sus compañeros no han conseguido hablar con ellos, creen que han sido trasladados a Rabat.
Asociaciones y ONGS denuncian que, de nuevo, se trata de una devolución irregular. José Alonso, de la Asociación Pro Derechos Humanos de Melilla, cree que "es una flagrante irregularidad cometida por el Ministerio de Interior, que sigue dando órdenes para cometer esa ilegalidad".
Algo que niega Interior, hablan de rechazo en frontera. Varias asociaciones han denunciado ante la Comisión Europea que estas devoluciones se repiten sistemáticamente desde la tragedia de Ceuta.