El reporte, a cargo del
personal del FBI y de expertos de la Universidad Colorado Mesa (CMU), indica
que en casi la tercera parte de los 128 casos analizados de cremaciones
realizadas en la funeraria Sunset Mesa, situada en la ciudad de Montrose, se
detectaron "sustitutos" añadidos a las cenizas humanas.
En otros casos, los
investigadores hallaron metales, productos de limpieza, dientes, a pesar de que
el fallecido no los tenía, o huesos incompatibles con los del fallecido. El
reporte indica que, durante el operativo, hace nueve meses, agentes del FBI
encontraron evidencia de que las "cenizas" eran fabricadas, lo que se
lograba al mezclar cenizas de varios cuerpos, traer restos humanos de otro
crematorio, usar cemento en polvo y agregar "sustancias desconocidas".
El pasado 12 de febrero,
el Departamento de Agencias Regulatorias de Colorado (DORA) anunció el cierre
definitivo de Sunset Mesa, luego de ocho años de operaciones, al comprobarse
irregularidades por lo menos a partir de 2016 con respecto a la cremación o
embalsamado de cuerpos.
Los investigadores de
DORA comprobaron que en cinco ocasiones la cremación se realizó sin la
autorización correspondiente y que en por lo menos un caso un cuerpo fue
embalsado sin el permiso de la familia.
En otros casos, los
cuerpos fueron vendidos para estudios científicos o médicos, sin el
consentimiento de los deudos. De hecho, el FBI le informó a una familia de que,
contrariamente a lo que creía, el cuerpo del fallecido no había sido cremado,
sino que "partes" de ese cuerpo fueron halladas en la funeraria y que
las cenizas que recibieron eran de otro fallecido.
En otro caso, la viuda
recibió cenizas que incluían parte de la cremallera de un pantalón y de un
reloj, aunque su esposo no vestía pantalón con cierre ni llevaba reloj en el
momento de ser cremado.
Por su parte, Melissa
Connor, directora de la Estación de Investigaciones Forenses de CMU, puntualizó
que, como la cremación destruye la evidencia de ADN para determinar la
identidad del fallecido, las familias no podrán saber si los restos que
recibieron pertenecen o no a sus seres queridos.
Por el momento, la dueña
del establecimiento, Megan Hess, no enfrenta cargos criminales, dado que en
Colorado no existen leyes que regulen o impidan la venta de cuerpos humanos.
Sin embargo, DORA inició varias "medidas administrativas" contra Hess
y por lo menos dos demandas judiciales en su contra fueron presentadas en
cortes locales mientras prosiguen las investigaciones del FBI.