Un vecino de Alcalá de Guadaíra, Sevilla, ha denunciado al Ayuntamiento de la localidad, al Consorcio de Transporte Metropolitano de Sevilla y a una compañía de autobuses por permitir que una de sus líneas supere el nivel legal de decibelios en una calle por la que circula casi 23.000 veces al año.

En su escrito, dirigido a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, David Rodríguez explica que el problema radica en la calle Alonso Gascón, por donde pasan "desde hace más de 10 años" los autobuses que cubren el recorrido entre Alcalá y Sevilla.

El vehículo entra en la calle efectuando "un giro de 90 grados (...) a muy baja velocidad" y el conductor, a continuación, debe "imprimir al motor la máxima potencia posible" porque, según los cálculos del denunciante, la vía empieza a 65 metros sobre el nivel del mar y acaba a 76, por lo que la pendiente es de 11 metros en sentido ascendente.

Eso genera "un nivel de ruido y vibraciones muy considerable" en un lugar donde muchos de los vecinos son mayores y tienen los dormitorios "a menos de 1,5 metros" de la calzada, según la denuncia.

El vecino, además, recuerda que esta línea es la única que une Alcalá con Sevilla y "presta un servicio constante a lo largo de todo el día y gran parte de la noche", con "cuatro o cinco autobuses por hora". En total, según su análisis, el autobús pasa 73 veces al día de lunes a viernes, 39 los sábados y 35 los domingos y festivos, por lo que a lo largo de un año natural lo hace "la friolera de 22.828 veces".

Ante las quejas de los vecinos y los escritos presentados, el Ayuntamiento encargó un estudio cuya conclusión es que "se superan los umbrales de contaminación acústica" establecidos por la Ley 7/2007, en concreto entre 1,1 y 1,3 decibelios de día y en 3,9 por la noche. El estudio afirma que "los objetivos de calidad acústica probablemente no se cumplen para ninguno de los periodos de día, tarde y noche".