Las demoledoras cifras de la migración en lo que va de 2025: casi 2.000 personas murieron en el mar tratando de llegar a España

Casi 2.000 personas murieron en el mar tratando de llegar a España entre enero y mayo de 2025. De ellas 342 eran niños y niñas, mientras que 112 eran mujeres. La mayoría de los fallecimientos -1.482, suponiendo un 80%- se produjeron en la ruta canaria que continúa siendo la más mortífera para migrantes que buscan una vida mejor.

Cifras demoledoras a las que se suma otra más. Y es que hay 38 embarcaciones que han desparecido con todos sus tripulantes a bordo. Así lo desvela un informe de Caminando Fronteras, en el que la ONG también denuncia la falta de activación temprana de medios de rescate, que podría evitar muchas muertes. Está claro que hay que cambiar los protocolos de actuación.

No solo salen de África ni llegan a Canarias

Tras analizar 113 tragedias, la organización también concluye que gran parte de las muertes se produjeron sobre todo en los cayucos que parten desde Mauritania. Si bien, también han perdido la vida personas que salieron hacia Canarias desde Senegal, Gambia, Marruecos o el Sahara. En concreto, el informe revela que los fallecidos procedían de 22 países distintos entre los que no todos son africanos, sino que también Afganistán, Pakistán, Siria o Bangladesh fueron origen de travesías que terminaron de la peor forma.

Por su parte, la Ruta Argelina se ha cobrado 328 víctimas mortales; mientras que la del Estrecho, 52; y la del Mar de Alborán, tres. La primera, según Caminando Fronteras, destaca por la falta de activación temprana de medios de rescate ante las alertas y una falta de protocolos conjuntos ante una débil colaboración internacional con Argelia. Algo que se considera un factor clave en los numerosos casos de desapariciones en este trayecto.

Abandono institucional y sistemático

Asimismo, los investigadores subrayan que casi la mitad de las tragedias analizadas tuvieron lugar como consecuencia de las políticas de control fronterizo y la degradación de los estándares de protección de la vida en el mar. Tal es así, que indican que en el caso de la zona del estrecho de Gibraltar, la presencia de cuerpos en avanzado estado de descomposición y sin posibilidad de identificación "dan cuenta del abandono institucional sistemático".

Por esa razón, Helena Maleno, coordinadora de la investigación, señala la importancia de no normalizar estas cifras a pesar del descenso en el número de muertes en relación con el mismo periodo de 2024. En ese sentido, insta a que los países "protejan la vida de todas las personas por encima de las medidas de control migratorio".

Por otro lado, Caminando Fronteras advierte de que muchos casos de deshidratación e inanición podrían evitarse ante respuestas más rápidas y coordinadas. De hecho, lamenta el enfoque restrictivo adoptado por los servicios de rescate, al considerar como urgencia real de intervención el riesgo de hundimiento inminente.

Por su parte, el informe resalta "una profunda opacidad de información que impide reconstruir con precisión las tragedias" ocurridas en el Mar de Alborán, a donde llegan todos los años personas "en condiciones de extrema vulnerabilidad y desinformación".