La vidente Pepita Vilallonga ha sido condenada a dos años y medio de cárcel por un delito continuado de estafa. Todo surgió a raíz de una clienta que acudió a ella en busca de ayuda y a la predijo su muerte inminente.

La afectada denunció que en el consultorio de la vidente en Barcelona le dijeron que tanto ella como sus perros se iban a morir. "Me dijeron: 'Tienes un mal de ojo y llevas un muerto en la espalda. No durarás una semana. No veo que llegues a diciembre'", recoge la sentencia.

Según el texto, se aprovecharon de la situación de vulnerabilidad que sufría la denunciante. Las palabras de la vidente provocaron en ella "un estado de pavor e inseguridad debido a los problemas familiares y de salud que arrastraba", recoge la sentencia.

Vilallonga no es la única condenada por este caso. También dos el colaborador David L., experto en mal de ojo, y su hijo, Fran, han sido condenados a dos años y medio de cárcel por el mismo delito.

La denunciante dijo que le hicieron tres rituales para alargarle la vida, desde un abre caminos contra maldiciones, hasta mandar a un emisario de El Vaticano a Jerusalén para que enterrar unos calcetines. En total: 31.400 euros que pagó en efectivo porque si lo hacía por transferencia, le dijeron, "se demora y se muere".

En el juicio, Vilallonga afirmó que no la conocía y que cobró 2.400 euros pero a través de un colaborador.

La denunciante pidió ocho años por estafa y ningún tipo de indemnización. Un hecho por el que le dan credibilidad, pues como señala la sentencia, "su objetivo es solo que los acusados no vuelvan a cometer hechos semejantes con otras personas; no quiere que nadie vuelva a pasar por el pánico que ella vivió".

La sentencia añade que se trata de una auténtica confabulación por la que Pepita Vilallonga también quedará inhabilitada para toda actividad referida al esoterismo durante su tiempo en prisión.