Tres jóvenes marroquíes han sido condenados por agredir con palos y piedras a dos jóvenes españoles en el barrio madrileño de San Blas en 2020. Otro atacante, menor de edad, ya había reconocido los hechos y ahora los tres restantes han sido sentenciados a siete años de prisión cada uno.

Una pena que su defensa considera exagerada, puesto que, según sostiene, las víctimas pertenecían a un grupo neonazi y que esa noche habían salido a buscar jóvenes marroquíes.

Además, minutos antes de la pelea, la Policía paró a los españoles agredidos. Según recoge la sentencia, llevaban encima un cuchillo y una porra extensible y, aunque los agentes les quitaron las armas, les dejaron ir. Poco después se producía el ataque.

Sin embargo, la jueza asegura en la sentencia que la supuesta ideología de víctimas y agresores es totalmente irrelevante. Además, aunque reconoce que "los perjudicados no ofrecieron una versión coherente" de lo que hacían en el parque donde tuvieron lugar los hechos ni de por qué portaban armas, sostiene que "tales hechos no son objeto del presente procedimiento y carecen de relevancia penal".

Al día siguiente del ataque, una concentración de neonazis recorrió el barrio de San Blas al grito de consignas xenófobas y se concentró frente a la vivienda de varias personas migrantes.

Una de las víctimas estuvo 30 días de baja y el otro tardó 15 días en curarse, pero ninguno tiene secuelas. Su abogado, Ignacio Menéndez, niega ningún vínculo nazi y sostiene que "de momento, por lo menos, las ideologías no delinquen". "Los hechos probados de la sentencia lo que dicen es que estos tres chavales propinan una brutal paliza a estos dos chavales cuando volvían a su casa un día normal y corriente", sostiene.

Los jóvenes condenados, además de la pena de cárcel, serán expulsados de España y deberán pagar 4.100 euros de indemnización.