La justicia británica ha condenado a 13 años de prisión a una mujer de 38 años y al novio de esta, un camello de la zona, por tenencia ilícita de distintos tipos de droga y que su hija de cuatro años ingirió durante al menos seis meses hasta que murió de una parada cardiaca en 2013.

En concreto, la menor tomó dosis significativas de heroína y metadona durante medio año. También, diazepam, un fármaco relajante que su madre le administraba porque, según explico ante el juez, consideraba que la pequeña era un "Inconveniente" para su relación con su pareja.

En su defensa, la madre de la víctima aseguró que hasta el inicio de la relación con el camello la niña estaba bien cuidada. No obstante, tras escuchar el testimonio de la madre, el magistrado que llevaba la investigación ha descrito a la misma como una "mala persona" con problemas.

Por su parte, el novio de la mujer ha sido a ocho años de cárcel por la crueldad de sus actos, dado que las drogas halladas en el cuerpo de la menor fueron recetadas por el propio camello, y cinco años por tráfico de estupefacientes.