La Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado por intromisión ilegítima en el derecho al honor a una funcionaria de prisiones que escribió una novela en la que describía la relación extramatrimonial que había mantenido con su jefe en las dependencias de una cárcel de Brians I.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso laSexta, se especifica que la funcionaria tendrá que abonar a su antiguo amante el importe del lucro obtenido por los derechos de autor generados hasta la fecha de la sentencia por la publicación del libro del que es autora.

En total, deberá abonar hasta un máximo de 5.000 euros, cubriendo la demandada esta cantidad en caso de ser los rendimientos inferiores.

El libro, titulado 'Voces en la niebla', de la Editorial Avant, trata de una historia de amor entre una mujer de mediana edad casada y su jefe, también casado, y las complicaciones que esto supone.

El demandante le acusa de haber descrito detalles que "permiten identificarle", algo que ha provocado "un malestar notorio tanto en su matrimonio como en su puesto de trabajo".

Entre los aspectos que se asemejan a la realidad, destaca que el personaje trabaja en un centro penitenciario. Además, aparece en la novela como superior jerárquico de la protagonista.

También indica que en diversos pasajes del libro la autora describe físicamente al personaje y las descripciones coinciden con el aspecto del demandante.

"En la novela, la protagonista tiene un marido y tres hijos que es exactamente lo mismo que en la realidad", detalla la acusación. Por otro lado, el demandante también le acusa de haber utilizado el mismo nombre de su perro y su fecha de cumpleaños.

El tribunal entiende que, sin perjuicio de que la demandada se inspirase en la realidad, existen "muchas coincidencias entre esta realidad y la novela que permiten que personas que conozcan a demandante y demandada puedan hacer una asociación entre ellos y los personajes de la novela".

Por tanto, consideran que, para evitar tal asociación, "se podrían haber empleado otros datos que distanciaran más a los personajes de la realidad".

Con algún 'pero'

La Justicia ratifica que llamar "gilipollas" a un jefe no es motivo de despido

Así lo ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Eso sí, enfatiza que el insulto debe ser "concreto y aislado" en un contexto determinado, como el caso de un empleado al que le pidieron que se quedara a una reunión al terminar su turno.