Un laboratorio tendrá que pagar 315.000 euros a una mujer porque la inseminaron con el esperma de un desconocido y no con el de su marido, tal y como ella pensaba. "Cuando me enteré me pareció algo surrealista y no me lo podía llegar a creer. Fue muy duro", explica la afectada.

Una revisión rutinaria sacó a la luz el grupo sanguíneo de sus hijos y ahí se reveló que el padre biológico era otro porque pertenecían a grupos totalmemnte contrarios pese a que una equivocación de este tipo hoy en día es "prácticamente imposible", explica el ginecólogo José Carlos Alberto.

En 2009, el matrimonio se separó y su exmarido no reconoció a los niños, algo que vino "súper grande" a la madre, que "no sabía a qué se debía". Ahora los gemelos tienen 13 años y esto le ha supuesto un daño moral, como recoge la sentencia que afecta a derechos fundamentales, como es el principio de veracidad biológica.

Desde el instituto canario de infertilidad ya le han comunicado que va a ser prácticamente imposible conocer la verdadera identidad del padre de los menores.