Además, solicita la inhabilitación especial para el ejercicio de cualquier profesión docente durante el tiempo que permanezca en prisión, en caso de sentencia condenatoria, así como entre 5 y 10 años de libertad vigilada.

Igualmente, pide que se prohíba al acusado aproximarse a sus víctimas a una distancia no inferior de 500 metros en periodos de tiempo que oscilan entre los 12 y los 5 años, incluidos los permisos penitenciarios, según cada caso.

El fiscal acusa al profesor de 13 delitos continuados de abuso sexual y un delito de abuso sexual, si bien el profesor siempre ha defendido su inocencia y ha negado los hechos.

Entre las denunciantes hay menores que sufrieron abusos en los últimos años y jóvenes de hasta 24 años que los padecieron cuando eran niñas. El profesor trabajó en el colegio Valdeluz desde 1999 donde impartía Etica, Música y Religión.

Durante el transcurso de las clases, según el relato del fiscal, fue desplegando conductas sobre las menores que "progresivamente" pasaron de besos a caricias en las piernas y tocamientos.