La directiva de un instituto de Viveiro, en Lugo, es uno de los equipos que ha presentado su dimisión irrevocable porque le quitan un profesor de Lengua Castellana. Hasta la semana pasada, la Xunta no les ha confirmado la baja del profesor, con el curso ya iniciado desde hace 15 días.

Al inicio del curso, el equipo directivo contaba con los 43 profesores del año pasado para continuar dando clases. Así, organizaron los horarios para los 330 alumnos del centro. Sin embargo, la Xunta le ha comunicado que prescinde de un profesor.

“Supone que esas horas hay que adjudicárselas a alguien y que hay que recortarlas de algún sitio: quitando grupos y refuerzos educativos", explica Marcelino García, director del IES Vilar Ponte. Según un informe de inspección educativa de la Xunta, no son necesarios más profesores en este instituto. Asegura que el centro tiene profesores suficientes para atender a los alumnos.

Asimismo, les han dicho que tienen que arreglárselas con lo que hay. Algo que enfada, y mucho, a los padres. “La Consellería no ve alumnos, sólo números”, señala Mari Carmen Franco, madre de un alumno. “Adónde vamos, sin libros, ni profesores ni nada”, se queja Belén Castro, madre de un estudiante.

En este curso escolar, la Xunta de Galicia ha recortado 63 profesores en la enseñanza pública. Un dato que contrasta con la educación privada, pues tienen 78 profesores más.

Según el Ministerio de Administraciones Públicas, Galicia es la tercera comunidad que más profesores ha perdido entre 2010 y 2014, sólo por detrás de Andalucía y de Murcia.

En una escuela de Ourol, Lugo, estudian once niños de entre 3 y 12 años. Hasta este curso tenían dos profesoras. Ahora, una de ellas sólo vendrá días sueltos. En el rural o en la ciudad, los padres denuncian que la falta de profesores recorta la educación de sus hijos.