Aunque es más común en gente mayor, casi un centenar de menores de edad en España han optado por hacer un testamento vital. En concreto, 89 menores han firmado el documento que indica las instrucciones sobre cómo quieren ser tratados al final de sus vidas.

"Se puede hacer ante notario, ante tres testigos y en el registro de cada comunidad autónoma delante del funcionario", explica Fernando Marín, presidente de 'Derecho a Morir Dignamente'.

Se trata de jóvenes con un nivel alto de madurez que les lleva a plantearse cuestiones vitales, tal y como recogen los últimos datos del Ministerio de Sanidad.

Para solicitarlo, los menores deben estar emancipados y haber cumplido 16 años, aunque el procedimiento varía en función de la comunidad autónoma.

¿Para qué sirve?

Con este documento de voluntades anticipadas pueden decidir si quieren ser enterrados, incinerados o si les alargan la vida artificialmente en casos en los que no estén en condiciones de decidir.

"Si la persona no puede decidir por sí misma, el documento va a primar, da igual lo que diga la familia", dice Esperanza Palacio, abogada de derecho civil del reclamador.es

En España sólo seis de cada 1.000 personas han optado por realizar un documento de instrucciones previas; según el Colegio Notarial de Andalucía, por el desconocimiento que existe de este recurso.

Una herramienta en la que mayores, pero también jóvenes, pueden hacer uso de su derecho a decidir.