Una profesora del IES Isidro de Arcenegui de la localidad sevillana de Marchena ha estallado en una carta "harta de la mala educación" de los alumnos. En el escrito publicado por Eva María Romero, y recogido por 'La Voz de Marchena', culpa de este problema a los padres.
"Estoy harta del proteccionismo de los padres, que quieren que sus hijos aprueben sin esfuerzo y sin sufrir, sin traumas… de la falta de valoración del esfuerzo que sí hacemos nosotros", explica.
Además, explica que no soporta escuchar la frase "qué bien
viven los maestros" ya que, señala, dedica mucho tiempo libre a corregir exámenes
y preparar clases. Además también critica a la administración, que, denuncia “cambia
las leyes y la normativa” que rige su trabajo sin preguntarle qué opina.
"Estoy harta de la sociedad, que encumbra a seres que presumen de su ignorancia, que valora a un futbolista o a un 'nini' más que a una persona con estudios, respetuosa y educada", apunta. A continuación la carta completa de esta profesora.
Vayan por delante dos premisas:
1ª: No tengo nada en contra del Equipo directivo. Esto que
voy a decir a continuación no es producto de una situación puntual que deba
resolverse con una modificación del Plan de Centro ni nada parecido. Sí quiero
que conste en acta.
2ª: Esto que voy a hacer ahora se llama arenga: discurso
militar para enardecer a las tropas antes de entrar a la batalla.
¡Ya estoy harta!
Ya está bien señores, de seguir aguantando.
Yo no estoy aquí para aguantar, y utilizo las palabras
textuales que un padre me dijo por teléfono cuando lo llamé para que corrigiera
la actitud de su hija, que no me dejaba hacer mi trabajo.
A mí, que yo sepa, me pagan para enseñar, no por aguantar.
Harta de la sociedad, que encumbra a seres que presumen de
su ignorancia, que valora a un futbolista o a un ‘nini’ más que a una persona
con estudios, respetuosa y educada. De los programas de televisión, que
presentan como modélicos a aquellos que sin estudios y sin sacrificio alguno se
han colocado ganando un sueldazo por criticar, acostarse con, comprar en…
Estoy harta de aguantar la mala educación con la que llegan,
cada vez en mayor porcentaje, los niños al Instituto. La falta de
consideración, no digo ya de respeto, hacia mi persona cuando entro en las
clases, que parece como si entrara el viento por la ventana.
Harta del proteccionismo de los padres, que quieren que sus
hijos aprueben sin esfuerzo y sin sufrir, sin traumas…De la falta de valoración
del esfuerzo que sí hacemos nosotros.
Harta de la Administración, que cambia las leyes y la
normativa que rige en mi trabajo sin preguntarme qué opino y sin darme
formación para hacer bien mi nuevo trabajo. Que me coloca dos horas más en el
horario lectivo y me explota laboralmente, porque yo, en los últimos años, lo
único que hago es trabajar, trabajar como una posesa. Ya, hasta mis hijos me lo
dicen.
Ahora dicen que nos van a devolver esas horas, ¿sabéis donde
nos la van a devolver? En el horario irregular que dedicamos en casa, el que
nadie ve. Yo tardo cinco horas en corregir 30 exámenes de 1º de Bachillerato,
entonces ¿ya esa semana no doy ni una hora más en casa, no? Ya no programo, no
preparo mis exámenes, no me actualizo para utilizar la Tablet (que me he
comprado de mi bolsillo para trabajar mejor), ni para saber utilizar la
plataforma digital del Centro, no relleno informes de faltas, no redacto
actas…y un largo etcétera de tareas invisibles.
El colmo es que algunos de nosotros nos hemos planteado
pedir reducción de jornada, cobrando menos, para hacer bien nuestro trabajo.
Pero, ¿adónde vamos a llegar? ¿En qué trabajo se hace eso? ¿Dónde se ha visto
renunciar a tu salario para dormir con la conciencia tranquila? Esto no pasa en
ningún lado.
Y encima de todo hay que aguantar "¡Qué bien viven los
maestros!" Porque para la sociedad somos unos privilegiados que “no damos
un palo al agua”.
Las 67 propuestas de mejora de la Educación famosas no
vienen sino a machacarnos todavía más. ¿Qué vamos a hacer cuando a un alumno no
lo podamos expulsar unos días por mal comportamiento? Además, tampoco está bien
visto que lo pongamos a barrer o hacer tareas para la comunidad…el padre no
quiere que humillemos a su hijo. Pues yo creo que debemos imbuirnos de la
gracia del Juez Calatayud. Autoridad somos igual que él. Ejerzamos nuestra
autoridad, es lo único que la ley nos reconoce, hagámosla efectiva.
Tenemos que hacernos oír, actuar como colectivo, no irnos
quejando por los rincones, a escondidas, que parece que nos da vergüenza. Así
no se nos oye fuera. Gritemos nuestro inconformismo, no podemos seguir así,
exijamos nuestros derechos como trabajadores, que parece que todo el mundo
tiene derechos menos nosotros.
Enseñamos a nuestros alumnos a ser críticos, mentes libre
pensadoras que puedan elegir y discriminar lo que les conviene de lo que no, y
nosotros somos los primeros aborregados, no hacemos nada, seguimos agachando la
testuz para que el yugo nos caiga con más fuerza.
Yo así no aguanto más, vosotros haced lo que queráis. Llevo
19 años en la docencia, tengo 45, a lo mejor es mi crisis de la mediana
edad...pero, si algo me han dado los años es valor, no tengo miedo, y, como me
aprieten más el tornillo, saltaré como un resorte. Solo quiero avisar: de aquí
en adelante no pienso quedarme callada ‘por educación’. Contestaré en el mismo
tono y con la misma contundencia que se me trate.
A mí me gusta enseñar y transmitir. Me gusta el trato con
los alumnos, los quiero y animo. Me considero un motor social de cambio, una
fuerza generatriz. No soy un burro de carga dispuesto a aguantar hasta que
reviente".