Una de las particularidades de los descuentos del Black Friday o viernes negro es que, a diferencia de otros periodos de rebajas, se anticipan a las compras de Navidad. Por eso, su principal ventaja es que muchos aprovechan la bajada de precios para proveerse de elementos que van a necesitar en los próximos festejos navideños.

El viernes negro se celebra el último viernes de noviembre porque es una jornada de descuentos importada de Estados Unidos, donde estas rebajas vienen precedidas de la festividad de Acción de Gracias, el último jueves de noviembre. Pese a que en España es una tradición que no hemos adquirido, a lo que sí nos hemos suscrito es a los descuentos que vienen después.

Este año Acción de Gracias cae el jueves 25 de noviembre y, por lo tanto, tenemos que apuntar en el calendario que el viernes negro será el 26. Además, los descuentos se extenderán hasta el lunes 29, que se celebra el Cyber Monday, aunque estas bajadas de precio serán exclusivas del comercio online.

¿Por qué se denomina Black Friday?

A esta jornada de descuentos se la empezó a denominar viernes negro, usando el término 'negro' como sinónimo de catastrófico o desastroso, según afirma el diario estadounidense 'The New York Times'. Este nombre, explican, se empezó a acuñar de forma oficial en la década de 1960, en la ciudad de Filadelfia del Estado de Pennsylvania de EE.UU. En esta localidad, la policía local decidió bautizar así un día marcado por jornadas laborales interminables causadas por el gran volumen de tráfico y altercados que producían los descuentos.

Pese a los esfuerzos de los comerciantes por cambiar el nombre a 'Big Friday', la denominación se ha mantenido a lo largo del tiempo. Los vendedores interprentan el viernes negro como el día que sus libros de cuentas pasan de la tinta roja a la negra, gracias a los benficios que esta jornada reporta, aclaran en el medio.

El día después de Acción de Gracias

Como ya hemos mencionado, los descuentos de este periodo se realizan tras la celebración del Día de Acción de Gracias, que es una fecha señalada en Estados Unidos o Canadá, entre otros países. Esta onomástica tiene origen en los rituales que los peregrinos y los nativos americanos efectuaban para agradecer la cosecha finalizado el otoño, aunque no fue hasta 1789 cuando el presidente de los EEUU, George Washington, proclamó oficialmente la primera celebración del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, según la revista especializada History.

Pasaron siglos en los que no todos los Estados adoptaron la celebración y los que lo hicieron eligieron fechas diferentes. En 1863, Abraham Lincoln proclamó que Acción de Gracias debía celebrarse el último jueves de noviembre, fecha que se mantiene hasta la actualidad -con la excepción del periodo comprendido entre 1939 y 1941, cuando el presidente Roosevelt adelantó una semana las fiestas intentando estimular las ventas durante la Gran Depresión, como precisan desde la revista History-.

Esta festividad, que nació para agradecer la cosecha que se había obtenido, con los años se ha convertido en una ocasión en la que familias y amigos se reúnen para disfrutar juntos de banquetes y agradecer lo que son y lo que tienen. Además, se realizan desfiles en muchos pueblos y ciudades de Estados Unidos y son frecuentes las colaboraciones con comedores sociales para dar comidas de Acción de Gracias.