El desabastecimiento mundial se mantiene debido a la demanda de productos hechos en China, la escasez de unos contenedores que cuestan diez veces más, las medidas COVID y el aumento del consumo online.

Los responsables de logística de las grandes empresas en España aseguran que han hecho acopio y descartan que haya desabastecimiento durante el Black Friday o la Navidad, aunque ahora el miedo a que falten productos ha hecho que los consumidores compren más de lo que necesitan.

El sector de venta tecnológica, como la empresa en la que trabaja David, está notando lo que es ya una realidad: no hay determinados productos con alta demanda y los que llegan lo hacen a un precio más caro.

De cara a esas fechas de grandes compras, preocupan sobre todo los productos más demandados: telefonía y pequeño electrodoméstico. Este desabastecimiento ha creado otro problema: la inflación. La cadena de suministro global se ha visto afectada, como anuncia el Banco de España, que prevé que esta crisis dure al menos hasta 2022.

Queda por descubrir cómo reaccionará el mercado. De momento, los economistas alertan que, ante la falta de productos, los consumidores suelen compran más cosas aunque no las necesiten.

Desabastecimiento también para los países más pobres

El desabastecimiento también ha llegado a los países pobres, que no solo sufren por la escasez de vacunas. Ahora mismo, enviar un contenedor con ayuda humanitaria es también misión imposible.

Hace año y medio, en plena pandemia, trasladar un contenedor de 40 pies a México suponía entre 1.500 y 2.000 euros. Hoy, el coste no baja de los 7.000.

Hace un año y medio, varios médicos gallegos decicieron, tras su jubilación, donar sus equipos a países pobres a Líbano. Llevan ese mismo tiempo paralizados y sin poder salir de España.

Grandes organizaciones como UNICEF han dado ya la voz de alarma. Les preocupa la nueva campaña de vacunación, la de 2022, que podria paralizarse por la falta de jeringuillas. Están en juego cuatro billones de dosis y el final de la pandemia.