Centenares de vecinos de la Barceloneta han vuelto a pedir el cierre de los pisos turísticos y, durante la manifestación, abuchearon a dos turistas extranjeros que se pasean medio desnudos y saludaban como si no fuese con ellos. Otros les hacen fotos y hasta les animan con una cerveza en la mano pero la Barceloneta va muy enserio y ha vuelto a decir "basta" al turismo de borrachera.

Los vecinos de este barrio están muy enfadados con el Ayuntamiento que no quiere acabar con los pisos turísticos: “El Ayuntamiento ha hecho oídos sordos y nos van a tener que escuchar sino esto se va a ir multiplicando cada vez más” dice un vecino.

Dicen que imágenes de gente semidesnuda por el barrio o con piscinas improvisadas en las calles son ahora normales en la Barceloneta. La gota que ha colmado el vaso y que también notan comerciantes y hosteleros: “Nos arman follones aquí en la puerta y nosotros queremos tranquilidad, turistas más tranquilos”.

Pero todos coinciden en que el problema de fondo no son los turistas: “A los que se tenía que atacar es a los que lo alquilan, no a los que vienen” y precisamente ellos se defienden y apuestan por la regulación: “Regulando las viviendas de uso turístico regulamos el uso incívico” afirma Julián López, secretario de la asociación de empresarios de pisos turísticos. Un conflicto que ha puesto a cientos de personas en pie de guerra.