Las plataformas digitales que publicitan el alquiler de pisos a turistas en Baleares tienen 15 días para dejar de hacerlo y adaptar su oferta a la nueva ley del alquiler turístico, o se verán expuestas a multas que van de los 40.000 a los 400.000 euros.
El Govern balear ha remitido ya un aviso a unas 30 plataformas sobre la entrada en vigor de la nueva legislación que ya es efectiva y un requerimiento a las páginas webs detectadas que están incumpliendo la ley balear, que prohíbe alquilar pisos a los turistas en todo el archipiélago.
En el caso de inmobiliarias, intermediarios turísticos o plataformas digitales que los publiciten, como AirBNB o HomeAway, la sanción puede llegar a los 400.000 euros. Además, los propietarios de pisos que los alquilen a turistas se enfrentan a multas que oscilan de 20.000 a 40.000 euros.
Con esta ley, que modifica la del PP, el ejecutivo progresista de PSIB-PSOE y MÉS quiere "poner orden" en la actividad del alquiler turístico y fija un "techo máximo" de plazas turísticas en Baleares, de todo tipo, de 623.624, de la que 435.707 corresponden a Mallorca, 109.800 a Ibiza, 60.117 a Menorca y 18.000 a Formentera.
De ese total, hay 120.000 plazas turísticas que se han ido concediendo desde el año 1999 en régimen de excepción y que no se renovarán en cuanto se vayan dando de baja, ha explicado el conseller. Es decir, el objetivo es reducir la oferta de plazas.
La nueva ley deja la posibilidad a los consells insulars de cada isla -Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera- y al Ayuntamiento de Palma de decidir si permiten el alquiler turístico en pisos, cuánto tiempo y en qué zonas. Estas instituciones, gobernadas por partidos progresistas, tienen un año para acordar qué hacen, aunque se prevé que mayoritariamente mantendrán la prohibición.
A efectos prácticos, el propietario que desde ahora tenga en su piso a un turista menos de 30 días, sin un contrato de arrendamiento y sin que el visitante haya pagado una fianza, está actuando ilegalmente y se expone a ser multado.