Antes de estrellarse en un campo de naranjos, Kika mantuvo el ultraligero en vuelo durante más de 40 minutos. Francisco le ayudaba así por radio desde la torre de control, tranquilizándola en todo momento, las indicaciones del controlador ayudaron a que Kika salvase la vida.
Nada sabía Francisco, el controlador, que iba a tener que enfrentarse a una situación así: el piloto se había desvanecido y su mujer tomaba los mandos de un ultraligero por primera vez en su vida. Se cerraba el aeropuerto sevillano de San Pablo para facilitar la llegada del ultraligero. Francisco siguió perfectamente el protocolo que se debe seguir en estos casos.
Jesús Pedrás Asociación Profesional de Controladores Aéreos "que el piloto solo oiga al controlador, intentar tranquilizarla, darle normas básicas, apartar otras aeronaves"
Finalmente el aparato se estrelló a solo 3 kms del aeropuerto. Los resultados de la autopsia confirmarán si el piloto murió antes del aterrizaje forzoso. Kika sufre politraumatismos y quemaduras pero su vida no corre peligro.