La bodega Cepa 21, propiedad de José Moro y ubicada en Castrillo de Duero (Valladolid), ha sufrido un asalto la madrugada de este pasado domingo cuando una persona ha accedido a las instalaciones y vaciado tres depósitos donde maduraban 60.000 litros de vino de la gama alta de esta marca valorados en más de dos millones y medio de euros.

Los hechos, que han registrado las cámaras de seguridad de la bodega, se han producido a las 3:30 horas de la madrugada del domingo, cuando una persona sin identificar y encapuchada ha entrado en la bodega y ha derramado el contenido de tres depósitos de las marcas Horcajo y Malabrigo, cuyas ventas han crecido en el último año un 15 por ciento.

José Moro ha explicado que en las imágenes se puede ver como esta persona entra por una puerta que da acceso a la sala de máquinas y allí es donde comienza, de manera muy rápida, a vaciar los tres depósitos. El asaltante conoce perfectamente el mecanismo para poder abrir los depósitos, algo que no es muy sencillo, según explica Moro, quien añade que incluso abre otros dos pero en este caso están vacíos.

De los 60.000 litros de vino derramados, 20.000 corresponden a la marca de Horcajo y representan todo la producción de este año, mientras que los 40.000 restantes son de Malabrigo, lo que supone un tercio. José Moro sostiene que el único motivo que tenía el asaltante era el de hacer daño. Por otra parte, fuentes de la bodega han explicado a la Agencia EFE que esta misma mañana han interpuesto una denuncia ante la Guardia Civil para dar con el autor de este asalto e investigar cómo ha podido acceder a la bodega porque las medidas de seguridad estaban puestas. Además, no falta absolutamente nada en la bodega por lo que se descarta que haya sido un robo.

Cepa 21 es uno de los proyectos estrella de José Moro en el que aúna la elaboración de vinos, enoturismo y gastronomía. En 2022 y tras 30 años al frente de Bodegas Emilio Moro, José Moro apostó por impulsar Bodegas Cepa 21, situadas en Castrillo de Duero (Valladolid), para avanzar hacia una bodega 'boutique' y unos vinos de Ribera del Duero de alta gama.

Con algún 'pero'

La Justicia ratifica que llamar "gilipollas" a un jefe no es motivo de despido

Así lo ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Eso sí, enfatiza que el insulto debe ser "concreto y aislado" en un contexto determinado, como el caso de un empleado al que le pidieron que se quedara a una reunión al terminar su turno.