En las últimas semanas, el ACNUR ha hecho reiterados llamamientos a las autoridades europeas pidiendo que establezca una operación de rescate para salvar a aquellos que intentan la travesía en embarcaciones frágiles y que naufragan.
Tras el naufragio a principios de la semana pasada de una embarcación en la que perecieron 400 inmigrantes, el ACNUR solicitó el restablecimiento de una operación similar a Marenostrum, que acabó en diciembre pasado sin ser reemplazada.
"Este nuevo desastre confirma lo importante que es restaurar una operación de rescate robusta y ofrecer alternativas legales para alcanzar las costas europeas. Si esto no ocurre, seguirá habiendo personas que morirán intentando alcanzar la seguridad en Europa", afirmó el jefe del ACNUR, António Guterres.
"Pero la tragedia también recuerda la necesidad de resolver las causas primigenias que provocan que tanta gente acabe con este trágico final. Espero que la UE asuma su responsabilidad y evite otra tragedia de esta magnitud", agregó Guterres en un comunicado.
Si se confirma esta nueva tragedia en el Mediterráneo, en la que se da por desaparecidos a casi 700 personas, será el peor drama migratorio de la historia en esta zona. Hasta ahora, La Guardia costera italiana ha informado del rescate de 28 de los inmigrantes que viajaban en el barco y de la recuperación de 24 cadáveres, mientras unidades navales prosiguen la búsqueda de los desaparecidos, que habían partido de Libia y naufragaron en la zona del canal de Sicilia.
Hasta la fecha, en 2015, más de 35.000 solicitantes de asilo e inmigrantes han buscado refugio en Europa atravesando el mar, y si se confirma la tragedia, 1.600 habrán perecido en el intento. En todo el 2014, unas 290.000 emigrantes indocumentados cruzaron el Mediterráneo, de los cuales unos 3.500 murieron en el intento.