Tessa Hansen-Smith tiene 22 años y es alérgica al agua, aunque en los últimos años ha ido desarrollando otras alergias, como reacción a sus propias lágrimas, a la saliva o incluso a la menstruación. Más concretamente, padece urticaria acuagénica y su historia se ha hecho conocida en todo el mundo gracias a que utiliza sus redes sociales para explicar el drama que sufre en su día a día y visibilizar su enfermedad.

A través de su perfil 'LivingWaterless', que en español significa algo así como "viviendo sin agua", la joven estudiante de Estados Unidos explica en qué consiste la enfermedad rara que padece y los productos que debe usar, así como su manera de afrontar la vida.

Por ejemplo, relata cómo cada vez que se ducha es un suplicio para ella. Tal y como ha transmitido a través de su cuenta de Instagram, el proceso de la ducha le lleva unas cuatro horas en las que el dolor no cesa. Primero, tiene que aplicarse medicamentos en la piel para tratar de sobrellevarlo lo mejor posible, y después surgen las erupciones, la fiebre alta...

Puesto que este proceso es muy duro, Tessa solo se ducha dos veces al mes. Pero sufre otras muchas complicaciones en sus actividades diarias, ya que también sufre alergia a su sudor. "Soy muy propensa a sudar por calor y tengo que evitar la actividad física. Incluso me tienen que llevar por el campus de la universidad porque si no llego a clase con fiebre, migraña y erupciones, lo que hace que sea muy difícil concentrarme", cuenta la joven.

No solo eso, como ella misma ha explicado en uno de sus post, "incluso beber agua puede causarme cortes en la lengua". También cuando come alimentos que contienen mucha agua, como frutas y verduras, tiene náuseas y otras complicaciones.

Además, en los últimos dos años empezó a desarrollar un nuevo síntoma: reacción alérgica a la regla. Tras probar infinidad de soluciones, tampones, compresas, copas menstruales... reconoce que le han servido mucho unas bragas adaptadas para la regla. El resto de productos le provocaban irritaciones y mucha presión en la zona.

Con todo, y pese a que debe de tomar muchos medicamentos cada día para combatir la enfermedad, su actitud es muy positiva. Así lo refleja en sus redes sociales, que utiliza como una ventana al mundo y un espacio donde más gente puede compartir sus historias y sentirse acompañado." Tengo muchas ganas de recuperar mi energía. No es mi culpa, no es algo que estoy causando, no estoy fingiendo estar cansada, y no soy solo un vaga", reconoce en uno de sus post, donde hace gala de su positivismo.