Patricia Reyes, diputada de Ciudadanos en el Congreso, ha relatado en una entrevista en Espejo Público la agresión que sufrió en el Orgullo. La política ha admitido no haber visto el vídeo que grabó después de los hechos y haberlo pasado "muy mal" tras el acoso sufrido en las redes, con burlas que han llegado a mucha gente, entre ellos su madre y su hija. "Estamos siendo sometidos a una campaña de descrédito total, se está haciendo ver que nos merecemos esta violencia que ejercieron contra nosotros", ha declarado.

Reyes ha explicado qué sucedió realmente en el vídeo en el que se le acusa de reírse: "Habíamos sido sometidas a más de cinco horas de insultos. Me arrojaron una lata a la cabeza, que me hizo bastante daño. Estaba en una situación de nervios total, al borde de una crisis de ansiedad y no sabía ni lo que estaba diciendo en ese vídeo". La diputada ha añadido que, tras indicar a su compañera Melissa Rodríguez que cortase la grabación, se echó a llorar.

"El día del Orgullo nos llamaron 'putas' y 'fascistas', y eso fue lo más suave que nos dijeron", ha afirmado Reyes. "Sufrimos varias agresiones. Un señor, que tiene un cargo en el PSOE, nos plantó su trasero en la cara y pretendía defecar. En el vídeo se ve como estoy empapada en pis. No es agua, era pis y alcohol, porque me lanzaron una copa de whisky en los ojos directamente", ha denunciado la política de Ciudadanos.

La diputada ha criticado al Partido Socialista por no pronunciarse ante lo que considera "una campaña de deshumanización de Ciudadanos". "Intentan hacer ver que nos merecemos la violencia, que nos merecemos que nos acosen. Desde luego, es intolerable", ha declarado. Reyes ha explicado que su partido ha asistido al desfile todos los años, a excepción de este porque, por parte de la organización, querían "echar a Ciudadanos". La diputada ha añadido que ellos llevan el programa "más avanzado en materia de derechos para personas LGTBI, pensando en las familias con la gestación subrogada, por ejemplo". Temas de los que, según ha declarado, "a algunos no les interesa hablar". "Hay muchísima gente que nos apoya, y todos los años hemos firmado documentos en los que nos comprometíamos a sacar adelante iniciativas y leyes en materia de derechos LGTBI y lucha contra la discriminación", ha concluido.

Inés Arrimadas ya apuntó al ministro de Interior en funciones Fernando Grande-Marlaska como culpable de alentar a la gente para justificar las agresiones y el acoso, y pidió la dimisión del político. La diputada se dirigió al ministro con las siguientes palabras: "Es usted un irresponsable. Ha puesto la diana en Ciudadanos y en sus cuatro millones de votantes, para que vengas luego cuatro radicales a tirarnos botellas".