La joven ha contado su historia a emisoras de radio australianas y ha relatado su experiencia en primera persona a través de Twitter.

"Corríamos literalmente por nuestras vidas. Entramos a una tienda donde nos dijeron que nos pusiéramos en el suelo lejos de las ventanas y nos quedáramos lo más planos posible", asegura la australiana.

"No vimos la furgoneta, sólo pudimos ver a las multitudes y a la policía", explicaba en declaraciones recogidas por 9 News.