La sesión de investidura en la Asamblea Regional de Murcia ha arrancado con un López Miras que ha llegado al pleno sin los apoyos suficientes para revalidar su Presidencia. El PP no ha logrado un acuerdo con Vox, que sigue pretendiendo entrar en el Gobierno con consejerías, algo a lo que el PP se niega.

En su turno de palabra, Miras ha recordado que permitir su investidura es un acto de "responsabilidad" con los ciudadanos, por lo que ha pedido a Vox que no se aferren al "fetichismo de los sillones".

El popular ha dedicado la primera parte de su discurso a reclamar a los de Santiago Abascal que permitan su nombramiento porque sus votantes no lo entenderían "si hoy fracasa esta investidura" y los ciudadanos quieren al parlamento "a pleno rendimiento".

Según la ley electoral de Murcia, comunidad en la que el PP ganó el 28 de mayo con el 43 por ciento de los sufragios y logró 21 de los 45 diputados de la Cámara, se necesita la mayoría absoluta en la primera votación de hoy y la simple en segunda, algo a lo que está abocado a someterse el candidato y presidente desde 2017 el próximo lunes porque Vox ya ha anunciado su voto en contra.

En una reunión en la sede del Parlamento regional, que comandaron los máximos dirigentes regionales de ambos partidos, Fernando López Miras y José Ángel Antelo, los populares ofertaron un pacto programático compuesto por 88 puntos en materia de sanidad, medio ambiente, infraestructuras, educación y asuntos sociales.

Un programa que ha desgranado hoy en su discurso, proponiendo una batería de iniciativas que incluyen la implantación de la jornada de 35 horas a todos los funcionarios, una prórroga en los plazos de contratación de la entidad colaboradora a la que están obligados los agricultores del ámbito del Mar Menor y una nueva ayuda al pago de las hipotecas.

También la financiación de la cotización a la Seguridad Social por la contratación de un trabajador indefinido para los autónomos y la bonificación al 50% de su cuota durante el tercer año, así como la puesta en marcha de un plan de impulso al comercio.

Pero el quid de la gobernabilidad murciana está en los sillones y es que Vox no renuncia a entrar en el Gobierno con consejerías. Fuentes de Génova aseguran a laSexta que apoyan la decisión de López Miras en su gestión de la negociación.

De hecho, Feijóo, en una entrevista en Telecinco este miércoles, aseguró que "cuando se tienen más votos que toda la izquierda, un partido que se dice de derechas no puede votar a la izquierda". Unas palabras dirigidas a Vox, que mantiene su 'no' a López Miras junto con el PSOE y Unidas Podemos.

Génova no ha intervenido para apretar a López Miras como si hizo en Extremadura con María Guardiola para meter a la ultraderecha en el Gobierno. Y es que ante una eventual repetición electoral, en el PP creen que Vox saldría perjudicado.

Este movimiento, cercano al arranque de campaña para las elecciones generales, marca distancias de la línea de actuación del PP en el resto de comunidades. Unas distancias que Feijóo pretende hacer notar de cara al 23J y paliar el efecto negativo que sus pactos con la ultraderecha pueden dejar en su electorado. Unos acuerdos que silencian la violencia machista y que meten en las instituciones a personas con un perfil ultra.

Desde la dirección de Vox aseguran que con un 18% de votos, los electores de Murcia no entenderían que el partido no entrase a formar parte del Ejecutivo.

Ante la cercanía de las generales, López Miras ha negado que Murcia sea un laboratorio para la política nacional, aunque reconoce que podría ser "un espejo", y ha subrayado que el presidente de su partido y candidato a las generales del día 23 le ha dado, plena "autonomía" para tratar de formar gobierno.

"Durante toda la campaña dije que si me votaban con mayoría suficiente para gobernar, logrando más escaños que toda la izquierda junta y cerca de la mayoría absoluta, así lo haría; y los murcianos me dieron esa confianza", dijo López Miras antes de añadir que en Murcia se obtuvo el mejor tercer resultado del PP en España.

Desde la dirección de Vox aseguran que con un 18% de votos, los electores de Murcia no entenderían que el partido no entrase a formar parte del Ejecutivo. Apuntan que no darán su abstención a cambio de nada porque el PP incumplió su pacto de Gobierno en la pasada legislatura, aseguran que "no trocearán" el voto de sus nueve diputados, y advierten de que la inamovilidad del PP obedece a una estrategia de la dirección nacional que cambiará tras las elecciones generales, lo que llevaría a tener que emplear el plazo de dos meses que se abre ahora para celebrar nuevos debates de investidura o, en el peor de los casos, nuevas elecciones autonómicas si ambas partes siguen firmes en su posición transcurrido ese tiempo.