Primeros pasos del recién elegido secretario general de los socialistas, y son en compañía de la presidenta andaluza, Susana Díaz. La imagen se queda sin palabras, aunque no sin interpretaciones. Para Juan Carlos Rodríguez Ibarra, "ahora se está haciendo alarde de quién manda aquí".

Pedro Sánchez tendrá que elegir ahora a sus manos derechas. Durante la jornada del domingo, en Ferraz, se vieron sonrisas. Sánchez asegura que quiere contar con todos, pero da pistas sobre cuál será la piedra angular: "Con el compañero Madina y con el compañero Tapias, más el socialismo andaluz, que tendrá un papel fundamental". Aunque la cara visible, Susana Díaz, ya se ha descartado: "Yo me quedo en Andalucía".

Lo que, de momento, se queda en el aire es la fecha de las primarias para elegir candidato a la Moncloa, que Sánchez no ha confirmado que vayan a ser en noviembre: "Defiendo la autonomía de la nueva dirección. Es la Ejecutiva quien maneja la agenda, y tenemos un otoño complicadito". Y eso a pesar del compromiso que dejó claro hace una semana en el debate.

Para después del verano queda seguro su estreno como líder de la oposición en el Congreso, y dice que está dispuesto a mirar a izquierda y derecha, aunque lo de las coaliciones es otra cosa: "No habrá grandes coaliciones". Y pone más "líneas rojas", esta vez, al desafío independentista catalán. Aunque no será proclamado oficialmente secretario general hasta el congreso, dentro de dos semanas, ha quedado claro que el nuevo PSOE ya ha echado a andar.