Son cuatro hermanos y conforman la saga de aluniceros más antigua de España: el clan de los Bote Vargas, con veinte años acumulando asaltos y condenas en nuestro país.
Ahora, uno de ellos, lo ha vuelto hacer. La Policía sospecha que David Bote Vargas, con una decena de antecedentes, intentó atracar un bar de Toledo y asaltó otro en la misma localidad. Sin embargo, tras una persecución policial, consiguió escapar.
Los cuatro lo han hecho tantas veces que tienen una técnica muy depurada. Empotran un coche robado contra una tienda y entran con mazas para reventar lo que haga falta. Entonces, se llevan lo que encuentran y después se van-
Precisamente, David es el pionero. Desde los 90 ha acumulado casi 100 detenciones, llegando a practicar 30 robos en tres meses, un récord para él.
Su hermano Félix rivaliza con él. Cuenta con más de 120 detenciones. En una de ellas, entró con su banda a robar a un bar y abrieron las tragaperras a mazazos para después huir en coche. Sin embargo, acabaron estrellándose contra una patrulla de Policía que los perseguía. En el maletero encontraron la caja registrado aún sin abrir y las herramientas con las que cometieron el robo.
Óscar y José Luis son los dos hermanos pequeños que completan el clan. Son los pequeños, pero aprendieron rápido de sus hermanos mayores. Uno de ellos, Óscar, presume de haber llevado a cabo 100 robos en solo 90 días.
Los cuatro aprendieron en un poblado chabolista de Madrid, Las Mimbreras. Son viejos conocidos de la Policía y la Guardia Civil, que les han investigado, seguido y detenido decenas de veces. Sin embargo, tienen un "truco" para salir rápido de prisión. No causan daños a personas, solo roban locales. Así, las condenas resultan más cortas.