El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, reúne a la ejecutiva de su partido para decidir si se abstienen en una eventual investidura de Mariano Rajoy o si, por el contrario, votan "no", como han mantenido hasta ahora.

Ciudadanos flexibiliza así la postura que ha defendido durante toda la campaña de no facilitar, ni por activa ni por pasiva, un gobierno presidido por Rajoy, al considerar que no es la persona adecuada para dirigir la nueva etapa de "regeneración y reformas" que requiere el país.

Sin embargo, después de reunirse con el candidato del PP en el Congreso, Rivera dejó claro que como no quieren unas terceras elecciones iban a actuar con responsabilidad, un cambio que no supone -en opinión del líder del partido naranja- ninguna traición a su electorado.

Y no es así, porque Ciudadanos, según Rivera, mantiene su promesa, primero, de no entrar en un gobierno "sin renovación" y, segundo, de buscar "fórmulas" para que no haya un bloqueo institucional que aboque a unos nuevos comicios.

La ejecutiva de Ciudadanos determinará de manera colectiva lo que votan sus 32 diputados en la primera y en la segunda votación de la investidura que Rajoy tiene intención de que sea en la última semana de julio o primera de agosto.