Bajo la lluvia, arropada por el Govern en funciones y emocionada por el apoyo recibido ha entrado a declarar en la tarde del martes la exvicepresidenta Joana Ortega, a razón de su imputación por la celebración de la consulta el pasado 9N.
Durante su declaración, Ortega ha asegurado que no tiene "consciencia de haber desobedecido en ningún momento al Tribunal Constitucional". En este sentido, la exvicepresidenta añade que actuó "siempre con respeto a la legalidad", por lo que está "perfectamente tranquila".
A la salida del TSJ, volvía a emocionarse y agradecía a los manifestantes que la esperaban con paragüas en calle. La misma imagen se ha repetido en la mañana de este martes, cuando el número uno de Junts Pel Sí, el líder de la CUP y el de Unió Democràtica de Catalunya, junto a diputados y varios centenares de ciudadanos, protestaban y mostraban su apoyo a la consellera de Educación, Irene Rigau, también imputada.
De hecho, al pie de las escaleras del TSJ han cantado la canción 'Els Segadors', y ahí se han concentrado durante el tiempo de declaración de Rigau. Ésta ha señalado que no había respondido al Ministerio Fiscal y que estaba con la conciencia tranquila porque entiende que "conocer la opinión de la ciudadanía forma parte de las competencias estatutarias que tenemos".
Al respecto de los testimonios de Rigau y Ortega ha criticado Raül Romeva que "es intolerable que se procese a alguien por poner las urnas". Por su parte, el candidato de la CUP a la Generalitat Antonio Baños ha argumentado que están "para defender el derecho de las instituciones y el pueblo catalán".
En contraposición a la manifestación, para los 'populares' catalanes todo ha sido un 'numerito'. "Viendo el espectáculo de esta mañana, la política no puede tapar a la justicia".