La primera será 'Alice'

No todas las DANAS serán iguales: la AEMET pondrá nombre propio a las más peligrosas

¿Por qué es importante? Solo las DANAS que puedan causar problemas importantes, como lluvias torrenciales, tormentas fuertes o nevadas intensas, tendrán nombre propio. Así la AEMET quiere dejar claro cuándo hay que preocuparse de verdad y cuándo no, evitando alarmas innecesarias y ayudando a la gente a prepararse mejor.

Daños causados por la DANA en el término municipal de Pedralba, en la provincia de Valencia. Daños causados por la DANA en el término municipal de Pedralba, en la provincia de Valencia. Europa Press
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La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha decidido dar un paso más para mejorar cómo comunicamos los riesgos del tiempo extremo: a partir de ahora, las DANAS más adversas recibirán un nombre propio, igual que ocurre con las borrascas y los huracanes.

La idea es sencilla: que la gente sepa cuándo un fenómeno puede ser realmente peligroso y que la palabra DANA deje de asociarse automáticamente con catástrofes.

¿Qué es una DANA y por qué es difícil predecirla?

El término DANA viene de DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Se trata de un sistema de bajas presiones que se forma en capas altas de la atmósfera, a unos cinco o seis kilómetros de altura, y que queda "aislado" de las corrientes principales de aire, llamadas chorros. Esto hace que su comportamiento sea complicado de prever: pequeños cambios en el entorno pueden alterar su trayectoria y fuerza.

Cuando se combinan con otros factores, como aire húmedo del Mediterráneo, las DANAS pueden provocar lluvias torrenciales, tormentas intensas o nevadas importantes. Pero atención: no todas lo hacen. Por eso, AEMET solo les pondrá nombre a aquellas que tengan riesgo real de causar problemas, es decir, cuando se activen avisos de nivel naranja o rojo.

Mejor comunicación y prevención

La medida tiene varios objetivos claros:

  • Ayudar a los medios y a la ciudadanía a identificar cuándo una DANA puede ser peligrosa.
  • Facilitar la preparación y la respuesta de las administraciones.
  • Evitar confusiones y reforzar la coherencia del mensaje oficial.

Según la AEMET, nombrar a estas DANAS no significa alarmar sin razón, sino ofrecer una herramienta más para que la gente sepa cuándo prestar atención y cómo actuar ante lluvias o tormentas fuertes.

Un programa europeo coordinado

Desde 2017, AEMET participa en el programa europeo Storm Naming, dentro del Grupo Suroeste, que también incluye a Portugal, Francia, Bélgica, Luxemburgo y Andorra. Este programa ya nombra borrascas de gran impacto, y ahora se amplía a las DANAS más intensas.

Para hacerlo, se utilizará una lista de 20 nombres, alternando masculinos y femeninos, previamente acordada por todos los países del grupo. La primera DANA que reciba un nombre será Alice.

De la "gota fría" a la DANA con nombre

El cambio de terminología no es nuevo: antes se hablaba de 'gota fría', un término que se había asociado con catástrofes y tormentas extremas, y que generaba miedo cada otoño. Por eso, los meteorólogos introdujeron DANA: un concepto más técnico que describe el fenómeno real y que no siempre implica desastre. Sin embargo, tras tragedias recientes como la DANA de octubre pasado en Valencia, que provocó más de 220 muertes, la palabra volvió a generar alarma.

Nombrarlas permitirá diferenciar claramente entre aquellas que son potencialmente peligrosas y las que no, haciendo que la ciudadanía reciba mensajes claros y precisos sobre el riesgo real. La intención final de la AEMET es que DANA deje de dar miedo y se convierta en una herramienta útil de prevención.

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