"Habrá Gobierno progresistadentro de poco tiempo", proclama Pedro Sánchez ante el previsible fracaso de Alberto Núñez Feijóo. Este viernes, el 'popular' se enfrenta a la segunda votación de investidura y lo hace sin haber sumado ni un apoyo más a los que se sabía que tendría tras la victoria electoral del PP en junio. También parece tenerlo claro su principal socia, la líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, que se muestra convencida de que habrá nuevo ejecutivo de coalición progresista.

Pero para investir presidente a Pedro Sánchez hacen falta los votos de las formaciones independentistas, que estos días juegan a un tira y a floja entre exigencias de una amnistía previa al debate de investidura o conformándose con "trabajar" en el camino hacia un referéndum.

Por ahí andan los tiros. Entre la amnistía, una ley que perdone las condenas judiciales relacionadas con el procés, y el referéndum, para que se pueda votar sobre la independencia de Cataluña. La cuestión es que hasta ahora los líderes independentistas exigían una ley de amnistía antes siquiera de sentarse a negociar la investidura. Yolanda Díaz ya rebajó las expectativas, al convenir que no sería posible aprobar una ley de este calado, por cuestión de tiempos.

Y eso que antes parecía una cuestión ineludible, ahora parece no serlo tanto: con que exista el compromiso de sacar adelante la ley podría servir. El líder de ERC, Oriol Junqueras, se conforma con un "cuanto antes, mejor". Días antes, la diputada republicana Teresa Jordà pedía un "compromiso firme, firmado con una calendarización". De una forma más realista, ya no se habla, al menos por parte de Esquerra, de que esta amnistía se deba materializar antes de la votación.

En lo que al referéndum se refiere, ERC y Junts pactaban este jueves una propuesta de resolución para el Debate de Política General (DPG) que insta al Parlament a dar su aval a que los partidos catalanes no apoyen la investidura del candidato socialista si "no se compromete a trabajar para hacer efectivas las condiciones" para celebrar un referéndum. Desde el PSOE y el PSC han dado réplica: la única vía es la que está dentro de la Constitución, "por ese camino (el que queda fuera de la senda constitucional), no hay avance posible".

Parece que por primera vez los partidos independentistas catalanes van en sintonía, y es que esta es la primera declaración conjunta en un tiempo, pese a que ERC llevaba meses demandando a Junts "sumar esfuerzos" para tener una estrategia unificada. Ambas formaciones venían manteniendo un pulso por las condiciones para esa investidura.

Desde Junts avisaban que "cobrarían por adelantado" sus demandas y que "no rebajarían" sus expectativas, por eso para el PSOE la negociación con ellos es necesaria antes de fijar fecha para los debates. Movimientos como la visita de Yolanda Díaz a Carles Puigdemont en Waterloo o la inclusión de las lenguas cooficiales en el Congreso han servido para ir despejando ese camino.

Con todo, el PSOE ya habría puesto su calendario en marcha: prevén poder investir a Sánchez en octubre. Para ello, han de acelerar las negociaciones con los grupos independentistas, y hacer lo propio también con Sumar, que sería su socio de gobierno.

La semana idónea para los socialista sería la de después del festivo del 12 de octubre. Su idea es que se produzca un mes después de la investidura presumiblemente fallida de Feijóo, pero esta fecha coincidiría con la semana del 31 de octubre, que es cuando la princesa Leonor jurará la Constitución en el Congreso de los Diputados.

Para el PSOE, si se hace en octubre, "significará que todo va muy bien", en lo que se refiere a las negociaciones con Junts Per Catalunya. Pero como quieren que Sánchez sea investido en primera vuelta, podría alargarse hasta principios de noviembre.