El PSOE y el PP han puesto ya en marcha sus maquinarias electorales a apenas cinco meses de que tengan lugar unas importantes elecciones locales y autonómicas, el 28 de mayo; unos comicios que para los socialistas suponen el reto de mantener su poder institucional y, para los populares, la oportunidad de un cambio de ciclo político.
El pistoletazo oficial de la precampaña se va a dar este fin de semana, con sendos mítines de los líderes nacionales en Sevilla, en el caso del socialista Pedro Sánchez este sábado, y en Valencia y Zaragoza, donde acudirá Alberto Núñez Feijóo viernes y sábado.
Los socialistas preparan la estrategia para este 'superaño' electoral barajando todos los escenarios. Incluso, que el PP cambie a su candidato a las generales antes de que estas tengan lugar a final de año.
En un documento que este viernes va a analizar su Ejecutiva, al que ha tenido acceso laSexta, a la que acudirán los 17 ministros socialistas -incluidos los que no forman parte de este órgano-, el PSOE valora el supuesto de que Feijóo, a quien consideran un líder tutelado, no sea el candidato a presidente del Gobierno. "La derecha no genera confianza y su candidato pierde credibilidad mes a mes desde que llegó al cargo", dice el citado texto, que considera que el jefe de la oposición es cada día más débil.
Los socialistas creen que el 28-M, una fecha que el propio líder de la oposición señaló como la de la 'moción de censura' en las urnas a Sánchez, será clave en el liderazgo del gallego, que llegó aclamado a Madrid pero que no ha acabado de encontrar su lugar en la política nacional. Si no se produce el cambio de ciclo en las elecciones municipales y autonómicas, con una clara victoria de los populares, en el PSOE creen que Feijóo no aspirará a La Moncloa.
Así, los de Pedro Sánchez creen que serán o bien la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o el andaluz Juanma Moreno quienes se presenten como cabeza de lista del PP a las generales. Son dos perfiles opuestos, con Ayuso representando la línea más dura de la derecha y Moreno como baluarte de la moderación con la primera mayoría absoluta en el antiguo granero de voto socialista.
Desde Génova, 13, desdeñan ese supuesto y apuntan a las propias diferencias internas socialistas, con barones como los de Aragón o Castilla-La Mancha muy combativos con la dirección nacional. "Ya quisiera Sánchez tener la mitad de apoyo de Emiliano García-Page y de Javier Lambán que Feijóo de Ayuso y Moreno", dicen fuentes populares.
El 28-M estarán en juego doce comunidades autónomas, nueve lideradas por el PSOE y dos por el PP: Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Navarra, Comunidad Valenciana, Extremadura, Asturias, Región de Murcia y La Rioja.
En algunas, como en La Rioja o la Comunidad Valenciana los populares creen que tienen oportunidades, mientras que los socialistas aspiran a mantener a sus nueve presidentes y también ganar las elecciones locales, con importantes plazas como Madrid o Barcelona, dicen, al alcance de sus manos.
En el PP apuestan por el discurso más ideológico, con matices moderados como muestran la vuelta a la política de perfiles como Borja Sémper o Íñigo de la Serna. Así, la justicia o la reforma de la sedición y la malversación, cuyos primeros efectos sobre el 'procés' ya se están dejando notar, serán temas principales en la campaña, toda vez que el discurso económico no les favorece. De hecho, la conversión de las municipales en una primera vuelta de las generales hará que cuenten con un discurso muy centrado en las cuestiones nacionales.
En Ferrazlo fían a los datos económicos: los socialistas apuestan por vender la gestión económica de la crisis como oposición a las recetas del PP, un modelo de éxito y de protección social. Será cuestión clave su izquierda, con Sumar y Yolanda Díaz definiendo su apuesta para las generales y su relación con Unidas Podemos.