La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha reivindicado que Sumar aspira a gobernar y ser la "llave" para garantizar una "nueva década progresista" desde un proyecto programático para la próxima década, dejando claro que un "cambio de época" para España no se consigue "desde una esquina del tablero" político" sino desde la "centralidad de lo social". "Queremos estar en el centro ocupando y representando la mayoría social", ha enfatizado Díaz durante un acto público para hacer un primer balance del proceso de escucha, junto a representantes de los 35 grupos de trabajo a los que ha reunido esta tarde para hacer recuento de ideas programáticas y avanzar algunas propuestas marco del proyecto de país la próxima década.

Y entre esas aspiraciones ha reivindicado reducir las horas de la jornada laboral, desplegando una reforma fiscal progresiva, terminar con las horas extra sin remunerar (que estima en torno a 6,5 millones a la semana), limitar urgentemente el precio de los alquileres e incluir la salud bucodental dentro de la sanidad pública, además de combatir la temporalidad de las plantillas sanitarias sobre todo en Primaria, que es "indecente" al alcanzar más del 30% de la plantilla. Durante su intervención ante más de 300 asistentes, Díaz ha insistido en que emprender un proyecto para llegar a las mayorías sociales (trabajadores, empresarios y el mundo universitario) no puede hacerse desde la "esquina de un tablero", sin hacer referencia a ningún partido político, porque la gente quiere que sean "ambiciosos".

De esta forma, ha reafirmado la vocación de transversalidad de Sumar y del espacio de la izquierda. "Hay gente en este país que hace mucho ruido pero no tienen proyecto de país, nosotros sí", ha lanzado en otro momento de su intervención para emplazar a personas particulares, movimientos sociales, sindicales, ecologistas e incluso partidos políticos a sumarse al proyecto que impulsa. Precisamente, Podemos esta semana ha urgido a la vicepresidenta a que negocie ya un acuerdo de coalición y termine pronto la construcción de Sumar, dejando claro que no se integrarán en la plataforma sino que quieren una alianza electoral.

Sobre todo, según ha relatado, ante un proyecto neoliberal que ha "fracasado ideológicamente" pero que para derrotarlo "políticamente" toca "sumar mucho". Y acto seguido ha reprochado que Feijóo es el principal representante de ese neoliberalismo de "recetas caducas", sustentadas en la bajada de impuestos genérica y las privatizaciones. En contraposición, ha llamado a construir un nuevo "laborismo" en torno a Sumar, donde aún falta "demasiada gente", para "reinventar lo publico" y provocar el nacimiento de un nuevo "sentido de época" ante la "incertidumbre" actual. De esta forma, ha aseverado que su objetivo es "ensanchar la democracia" y evitar que llegue al poder el "la barbarie", se "llame el partido como se llame".

Fernández Toxo, Elizabeth Duval, Juan Pedro Yllanes o el padre de Díaz, entre los participantes del acto

Para poner en común y concretar ese programa para los próximos diez años, Díaz ha confeccionado un grupo "relator" del que forma parte el ministro de Universidades, Joan Subirats (En Comú Podem) o la politóloga y portavoz municipal de Compostela Aberta, Marta Lois, además del catedrático en Derecho del Trabajo Antonio Baylos. También integran este grupo otros catedráticos y académicos, alguno de los cuales son también coordinadores de grupos sectoriales como Ignacio Sanchez-Cuenca, César Rendueles, Natalia Fabra o Remedios Zafra.

Al acto de balance del proceso de escucha han acudido para respaldar a Díaz algunos representantes políticos, como el caso del vicepresidente del Govern balear, Juan Pedro Yllanes, la portavoz nacional de Más País y diputada andaluza, Esperanza Gómez, el portavoz de los 'comunes' en el Parlament, David Cid, el diputado en el Congreso y miembro de Podemos Txema Guijarro, la eurodiputada de la formación María Eugenia Rodríguez Palop y el diputado morado en Aragón Nacho Escartín. Del plano de la sociedad también han acudido la escritora Elizabeth Duval, el exsecretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, el sindicalistas padre de la vicepresidenta, Suso Díaz, y la presentadora Inés Hernand, que ha conducido el acto. También estaban el exedil de Ahora Madrid Guillermo Zapata y los exparlamentarios de Podemos Pablo Bustinduy y Eduardo Maura.

Sanidad y el trabajo, pilares de Sumar

Durante el encuentro han intervenido, alguno de ellos de forma telemática, los coordinadores de grupos de trabajo como es el caso de Rendueles (Derechos Sociales), Amparo Merino (Trabajo Decente), Rafael Muñoz de Bustillo (Economía), Zaida Muxí (Cuestión urbana), María Ramos (Alimentación saludable), Rafa Cofiño (Sanidad y salud mental), Marina Echebarría (Derechos LGTBi), Ignacio Sánchez Cuenca (Calidad democrática) y Elsa Arnaiz (Juventud). Todos ellos han desgranado algunas de las propuestas marco en las que trabaja Sumar, como desplegar una renta mínima básica que con el paso de la década pueda llegar a ser universal junto a una reforma profunda del Estado del bienestar.

En materia laboral, precisamente el campo de gestión de Díaz, se ha defendido también bajar las horas de la jornada laboral, de forma flexible, democratizar el ámbito de la empresa con la participación de los trabajadores en consejos de administración o un nueva manera de concebir el despido que impida salidas injustificadas, con una prestación económica adecuada que disuada a las empresas de prescindir de plantilla. También se ha puesto sobre la mesa aumentar la inversión del transporte público, potenciar la fiscalidad para potenciar la alimentación saludable y emprender un proyecto de seguridad social alimentaria, potenciando la compra pública para colegios y hospitales.

En sanidad se ha aludido a propuestas para garantizar la universalidad en la sanidad, reformar hospitales y mejorar la atención primaria, mientras que también se ha abogado por un pacto de estado por los derechos de las personas LGTBi y trans. En materia de mejora de la calidad democrática, Sánchez Cuenca ha remarcado la idea de Díaz de lanzar un nuevo contrato social que, en sus palabras, que no es revolucionario pero sí efectivo para combatir la desafección con la política, junto al incremento de la participación ciudadana. Por ejemplo, ha citado la creación de asambleas ciudadanas que plantee propuestas no vinculantes a los partidos en materias donde no sean capaz de alcanzar acuerdos, elevar los mecanismos de democracia directa haciendo más flexibles las consultas ciudadanas y la iniciativa legislativa popular. También ha abogado por crear de cara a los debates de candidatos a los comicios que personas anónimas realicen preguntas por sorpresa y que se puedan celebrar plenos parlamentarios sobre asuntos clave de futuro habilitando, en este caso, la participación ciudadana.