El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha avalado que se retire la 'estelada' que el Ayuntamiento de Sant Cugat (Barcelona) instaló en una plaza, al concluir que la "ocupación" del espacio público con símbolos "partidistas" por parte de un consistorio vulnera la neutralidad.

En la sentencia, la sección quinta de la sala contenciosa del TSJC da la razón a Societat Civil Catalana y desestima el recurso que el consistorio vallesano interpuso contra la resolución adoptada en 2016 por un juzgado de Barcelona, que ordenó al Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès que retirara la 'estelada' que había instalado en 2014 en la plaza Lluís Millet de la localidad.

Según la sentencia, la decisión del consistorio de Sant Cugat de instalar una bandera independentista en una plaza del municipio supone "la privatización del espacio público, de uso común, mediante su ocupación permanente por un elemento que representa una opción partidista, con vulneración de los principios de objetividad y neutralidad".

"No cabe aceptar de ningún modo que la colocación de las banderas partidistas en edificios y lugares públicos constituya un acto de 'obligado' cumplimiento que se impone a los alcaldes por cuanto obedece a la decisión 'democrática' de un pleno municipal adoptada con el voto de concejales democráticamente elegidos", apunta el TSJC.

El alto tribunal catalán insiste que, en el caso de Sant Cugat, no se trata de un acto de "naturaleza política", sino de un acto "administrativo que decide la ocupación permanente de un espacio de uso público y común mediante un mástil y una bandera "estelada", no contemplada en la legislación sobre la materia, y que aparenta exteriorizar una opción institucional, al ser acordada por el Ayuntamiento".

El TSJC se remite a una decisión adoptada en 2016 por la Junta Electoral Central, que ordenó retirar "esteladas" de edificios públicos, pero cuya doctrina entiende que se extiende también a otros lugares públicos, en defensa de la "neutralidad institucional".

En su resolución, la Junta Electoral concluyó que la "estelada" constituye un "símbolo de reivindicación independentista de una parte de los ciudadanos catalanes representados por una parte de los partidos políticos, y sistemáticamente empleado por aquellas fuerzas políticas que defienden esa opción independentista".