Pedro Sánchez ha respondido este miércoles a Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, quien situó el 2024 como el inicio de la negociación de un referéndum en Cataluña, algo que ha descartado de forma tajante el presidente del Gobierno, que apuesta por el "diálogo".

"Tenemos que abrir una nueva fase de diálogo y normalización de la situación política en Cataluña", ha afirmado el líder del Ejecutivo, tras lo que ha defendido que "eso pasa por las medidas" que están tomando "a nivel de poder legislativo con la ley de amnistía".

Asimismo, Sánchez ha expresado su intención de "encontrar un punto encuentro", aunque ha descartado el referéndum: "Es algo que no acepta ni comparte el Gobierno de España", ha declarado el presidente del Gobierno desde el Palacio de La Moncloa, donde también ha defendido que el Ejecutivo "está hablando con todo el mundo por convicción y necesidad".

Además de anunciar un paquete de medidas 'anticrisis', Sánchez también ha hablado sobre otras cuestiones, como el discurso de Navidad del rey Felipe VI, sobre el que ha manifestado su "absoluto respeto". "Es el jefe del estado y todos los ciudadanos se tienen que ver reflejados. Nosotros en nombre del PSOE nos vimos reflejados", ha subrayado.

Y en lo referente a la agresión que sufrió el diputado de Más Madrid Eduardo Rubiño por parte de Ortega Smith, el líder socialista ha criticado la "polarización asimétrica": "Aquí hay gente que insulta y gente que somos insultados; yo no voy a entrar en descalificaciones, sino que desde el Gobierno vamos a trabajar por la ciudadanía, por el respeto".

"Nosotros hacemos la política así. Entiendo cuál es la lógica de la derecha y ultraderecha, que es crear desafección para que cuando vengan las contiendas electorales haya desmovilización", ha expresado Sánchez, a lo que ha apostillado que "no es aceptable que insulten". "Debería ser reprochable que un dirigente diga 'Me gusta la fruta'; es algo que se debería condenar hasta que se retracten", ha defendido.