La "exclaustración" autorizada por el Vaticano y por el obispo, significa que Forcades no dejará de ser religiosa, como hubiese sucedido con una dispensa, y que podrá regresar al convento cuando finalice el plazo de un año prorrogable hasta tres. La idea de Forcades es presentarse a las elecciones autonómicas del 27S y, como la legislatura anunciada por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, sería sólo de 18 meses, regresar al convento de Sant Benet de Montserrat en dos años.
"Teresa Forcades no dejará de ser monja, mantendrá todas las prerrogativas y podrá regresar al convento cuando quiera, sale de él con el mismo permiso que si fuera para cuidar a un familiar enfermo", han explicado las mismas fuentes, que han asegurado que la benedictina viajó recientemente a Roma para obtener el plácet del Vaticano y que también ha recibido el visto bueno del obispo Cortés. Antes de oficializar su exclaustración, la monja asistirá el domingo a una asamblea del movimiento Procés Constituent, a la que está previsto que asistan como invitados responsables de otros partidos políticos, en la que decidirán en qué forma se presentan a las próximas elecciones autonómicas.
Los participantes tendrán que escoger entre presentarse con una candidatura encabezada por Forcades "de amplio espectro social" o bien integrarse en la de la CUP. La asamblea de Procés Constituent se celebrará durante todo el domingo en el colegio Escolapios de Terrassa (Barcelona) y parece probable que gane la opción de que la monja encabece la candidatura dado el respaldo y ánimos que está recogiendo en los actos públicos que celebra, según fuentes próximas a la religiosa.
"Sus charlas tienen mucho éxito y hay mucha gente ilusionada que le pide que se presente", ha señalado una colaboradora suya, que ha recordado que hay más de 47.500 personas que se han adherido al movimiento Procés Constituent. La salida del convento de la monja coincidirá también con su próximo viaje a Gaza en un convoy humanitario que llevará material médico a este territorio palestino.