Concretado el rumbo del nuevo partido socialista, los compromisos buscan subrayar el mensaje presente en cada esquina del congreso empezando por dotar de más poder a la militancia. Sólo ellos podrán cesar al secretario general y elegirán a un tercio del comité federal, ese que provocó la dimisión de Sánchez el año pasado.

Las votaciones se repetirán mucho más: les preguntarán por los acuerdos de Gobierno, por las investiduras de otros partidos y por sus propias iniciativas. Las podrán presentar con el apoyo del 20% de las bases.

Nuevo posicionamiento sobre la eutanasia que prometen regular si llegan al Gobierno. La gestación subrogada queda rechazada oficialmente por el PSOE con el argumento de que la gestante pierde sus derechos sobre el niño: "Ni el socialismo ni el feminismo puede estar nunca de acuerdo con la pérdida de derechos" aseguraba una militante.

Sobre el copago farmacéutico y los privilegios de la iglesia se mantienen en que hay que eliminarlos. Lo que de momento no acuerdan es hacer un referéndum sobre la tercera república, como pedían las juventudes. De momento, dicen, quieren avanzar fortaleciendo los valores republicanos.