El presidente catalán ha añadido esta mañana que "parece que la carta que tiene que venir de Madrid no da una respuesta a lo que es un clamor no de un Gobierno, ni de un presidente, ni de unos ayuntamientos, sino un clamor de un país que se manifiesta cívica, pacífica y festivamente de cara al futuro".

Mas ha añadido que, en caso de una respuesta negativa, procurará que en el próximo debate de política general en el Parlament, previsto para el 24, 25 y 26 de septiembre próximos, "la mayoría de las fuerzas políticas catalanas respondan de forma conjunta, unitaria y serena, pero firme".

"No es lo que deseo, porque yo querría que dejara una puerta abierta al diálogo y a la negociación para buscar una salida que satisfaga a todos: la legitimidad del pueblo catalán en sus reivindicaciones y los marcos legales que existen", ha dicho.

Artur Mas ya prevé el contenido de la carta. La respuesta será "no" y el motivo para esa negativa va a ser que no cabe en la Constitución. Justo lo que este viernes la Vicepresidenta ya apuntó: "diálogo sí, pero fuera de la Ley nada de nada".

De hecho, en la mañana de este sábado, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha recalcado que el Gobierno central hará honor a su compromiso de "cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes", y ha recordado a Mas que que "juró cumplir la Constitución y el ordenamiento jurídico", por lo que debe "hacer honor a su promesa", no "dividir" a los catalanes y tomar iniciativas "siempre en el marco de la legalidad".

El PP asegura que hay una mayoría silenciosa que no está de acuerdo con los planes soberanistas. Según Alicia Sánchez-Camacho, Artur Mas les está dejando de lado. "Cataluña ahora está huérfana. Muchos millones de catalanes, de presidente, porque el presidente Mas ahora sólo está trabajando para aquéllos catalanes que se sienten  independentistas", afirma la presidenta del PP de Cataluña.

Para el PP la única solución es el diálogo, siempre "dentro de la Constitución. Ni cadenas humanas kilométricas, ni consultas soberanistas", como afirmaba el pasado viernes el vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons. También señalaba que Cataluña no se puede separar de España y menos de forma unilateral. "Quienes hablan de independencia están diciendo división, y si hay que votar tenemos que votar todos", afirmaba Pons, quien reiteró que "Cataluña no es algo diferente de España".

Los socialistas catalanes ven positivo que todos hablen de diálogo, e insinúa posibles mediadores. Pere Navarro, primer secretario del PSC, asegura que existe "una crisis territorial, yo creo que sería bueno que la corona arbitrara esta segunda transición".