Por primera vez desde que empezó su gira internacional, Rajoy habla públicamente de los escándalos de corrupción y las presuntas presiones a la Justicia. Lo hace, para sacar pecho: "Nadie podrá decir que la Justicia no actúa con independencia con los Gobiernos del PP".
Ante las dudas sobre la figura del fiscal Anticorrupción o la falta de independencia de la Justicia, el presidente se presenta a sí mismo como el garante de la separación de poderes: "Pido que se deje trabajar con tranquilidad a la Justicia, el que la hace, la paga".
Rajoy ha insistido sin embargo en que el respeto a la presunción de inocencia es ahora más necesario que nunca para no hacer causa general: "No se puede generalizar".
Todo ello en una cumbre bilateral con el presidente de Uruguay a la que Rajoy llegaba entre abucheos.