La conservadora Asociación de Fiscales considera que el fiscal Anticorrupción, Manuel Moix, debe poner su cargo a disposición del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, porque ve "comprometida en este momento la imagen de imparcialidad de la institución".

La asociación, mayoritaria en la carrera, apoyó el nombramiento de Moix valorando su trayectoria profesional y ha emitido un comunicado tras las informaciones sobre la participación del fiscal Anticorrupción del 25% de una sociedad en Panamá que heredó de sus padres.

"No se cuestiona en ningún momento la legalidad de la actuación de don Manuel Moix, pero sí advierte esta asociación que las últimas informaciones suponen un menoscabo para la imagen de la Carrera Fiscal", afirma la entidad.

El Gobierno ha pasado de la defensa de Moix al silencio, con lo que el futuro del fiscal jefe Anticorrupción queda pendiente de la reunión que ha de mantener en las próximas horas con su jefe, el fiscal general del Estado, José Manuel Maza.

El propio Moix ha variado en pocas horas su discurso y, tras defender que su comportamiento fue correcto y transparente y descartar la dimisión, hoy ha admitido que se equivocó al no informar de su situación al fiscal general y ha abierto la puerta a su salida. "No tengo ningún apego al cargo", ha declarado en Onda Cero, donde ha admitido que tiene una conversación pendiente con Maza.

Tras recordar las discrepancias entre fiscales en la investigación del caso Lezo, la asociación se refiere a las últimas informaciones de la sociedad de Moix en Panamá y entiende que "ha dado las explicaciones pertinentes y ha aportado la documentación acreditativa de la declaración a Hacienda de los bienes recibidos por herencia".

La asociación añade que "es evidente que se hace necesario exigir una vez más un Código Deontológico, reclamado insistentemente por la carrera, en el que se empezó a trabajar, llegando a confeccionarse un borrador, al que hizo aportaciones esta asociación, pero que en el presente momento parece haber caído en el olvido".